Suelo vinílico o laminado. Cuál elegir.

Escalera revestida con suelo vinílico Nature Floor Roble Berna. Tabica en blanco

Bueno ya sabéis que, aparte de colocar y restaurar suelos de madera, también nos dedicamos a colocar suelos vinílicos y laminados desde hace bastantes años. Nos ha pasado de todo y, seguramente, viviremos situaciones de lo más diversas.

Me he animado a realizar este post porque veo un aumento exponencial en las consultas acerca de qué es mejor: el pavimento vinílico (nos referiremos al SPC o stone plastic composite) o el laminado, así que espero aclarar muchas dudas.

Os recomendamos la lectura de dos post al respecto:

Tipos de suelos de parquet, laminados y tarimas principales.

Qué es un suelo vinílico rígido o SPC.

LA PRINCIPAL DIFERENCIA

La diferencia principal estriba en su composición; el suelo laminado está compuesto básicamente por fibras de madera con una serie de aditivos y, el suelo vinílico o de vinilo SPC, se compone de cloruro de polivinilo, polvo de piedra caliza y distintos estabilizantes. ¿Qué se consigue con ello? Una resistencia de este último total al agua y la humedad.

«¿Pero a mi me han dicho que hay laminados resistentes al agua?». Es cierto, pero lo que no te han comentado es que es una resistencia superficial y limitada en el tiempo. Si hay una filtración y entra por debajo, o un charco de agua se deja sin recoger durante varias horas, el suelo hinchará y se deformará en mayor o menor medida.

«Los suelos vinílicos no  imitan bien a la madera». Cierto es que, hace unos años, se notaba a leguas que era imitación y de las malas, puro plástico y a mi, particularmente, no me gustaban. Cualquier suelo laminado, parecía más madera que el mejor de los vinílicos. Eso hoy en día no es así. Con las nuevas tecnologías aplicadas a la fabricación de estos pavimentos, se han conseguido niveles de realismo increíbles.  El aspecto y la sensación de un buen pavimento de una u otra clase son bastante parecidas.

«Los suelos laminados hacen ruido». Esto es cierto hasta cierto punto pero, si la superficie está bien plana y con una base o manta de calidad, se reduce bastante. Los suelos vinílicos, al ser más flexibles y contar con base de goma  eva incorporada, son bastante más silenciosos que los primeros en todas las condiciones. Eso si, si las condiciones son las idóneas para la instalación y se siguen las instrucciones de mantenimiento y limpieza, un suelo laminado no debe de hacer ruido ni crujir.

«Los vinílicos suelen ser más delicados». Por norma general, en cuanto a resistencia al desgaste, suelen tener una capacidad similar. En cuanto al arañazo, quizás el pavimento laminado suele ser más resistente que el vinílico aunque no suele haber una gran diferencia. Sin embargo, este último absorbe mejor el impacto de la caida de objetos que el laminado, que puede tener tendencia a cascarillarse, sobretodo en modelos de gama media o baja. Con unos buenos fieltros y sin grandes cuidados, no suele haber problema con ninguno de los dos.

«Los suelos vinílicos se deforman con el calor». Eso es en parte verdad pero siempre y cuando superemos los 50ºC, con la luz del sol, pegando en un ventanal sin ningún tipo de barrera durante un tiempo prolongado. Esto no pasa con suelo laminado pero si que podemos tener decoloración sin no tenemos cierto cuidado.

Por último, hay que tener en cuenta que la colocación de un pavimento vinílico exige una superficie mucho más plana que el laminado para obtener los mejores resultados con el tiempo.

Siempre que escojamos una marca de calidad contrastada y nos pongamos en manos de un buen y honrado profesional, cualquiera de los dos puede ser una buena opción. Y tú, ¿con cuál te quedarías? 

Recuerda que puedes comprar suelos laminados o vinílicos en nuestra tienda oficial.