Cómo mantener adecuadamente la tarima de exterior

 
 
Restauración y aceitado de tarima exterior de ipe en Huelva
Es muy común y cada vez más frecuente, encontrarnos con instalaciones de tarima de madera de exterior, frente a la nueva moda de los pavimentos de exterior sintéticos o tarima tecnológica que dirían erróneamente algunos. Sigo insistiendo en que no puede llamarse tarima a nada que no sea de madera natural pero, eso es otro tema.
 
Siguiendo con el asunto que nos ocupa, la madera sigue siendo la reina en las instalaciones de exterior, siendo un producto muy agradecido, noble y cálido al que tenemos que cuidar mínimamente para que cumpla adecuadamente su misión de revestimiento estético.

 

LAS TRES CLAVES PARA UNA INSTALACIÓN CON ÉXITO 

Son tres las claves que tenemos que tener en cuenta para que nuestra instalación de tarima de exterior cumpla su función por largo tiempo:

 

– Calidad de fabricación y origen. Siempre debemos partir de maderas adecuadas y transformadas por fabricantes de prestigio y, evitar maderas de dudoso origen o con precios sospechosamente bajos. Cabe destacar que existen maderas cuya propia constitución (como las maderas tropicales) poseen una durabilidad y resistencia a agentes patógenos, muy superior en instalaciones en el exterior; otras veces, se aplican en fábrica tratamientos que hacen incrementar su resistencia a los rigores meteorológicos de la intemperie.

 

– Instalación correcta. Conviene destacar que no todos los instaladores de parquets, carpinteros..etc, saben acometer este tipo de instalación. Algunos creen que es sencillo y se equivocan. Hay muchos factores a tener en cuenta y, no muchos saben que la madera debe ser colocada de forma que evacue el agua y esté ventilada adecuadamente, para impedir que se deforme al absorber humedad y, aumentar demasiado su humedad de equilibrio higroscópico con el ambiente que lo rodea. Es por esto que siempre debemos asesorarnos por una empresa especializada y de prestigio.

 

– Mantenimiento adecuado y periódico. Muchos instaladores e incluso clientes, creen que la instalación termina el día que se acaba de aplicar el aceite a la tarima y esto no es así.

Los pavimentos de madera en el exterior, a pesar de estar fabricados adecuadamente e instalados correctamente, están sometidos a la acción de los agente meteorológicos y, muy especialmente, a los rayos ultravioletas del Sol que provocan la degradación de las ligninas (polímero de las paredes celulares de la madera), tornando la capa superior de la madera con el característico color grisáceo.

Cuando la madera toma el color gris, debemos considerarlo una voz de alarma, ya que la madera se encuentra totalmente desprotegida e indefensa con respecto al medio que le rodea. Los intercambios de humedad con el ambiente serán más bruscos, provocando fisuras, deformaciones e incluso degradaciones, que provocarán la reducción de la vida útil de la tarima de exterior. 

 

MANTENIMIENTO ADECUADO Y PERIÓDICO 

Para evitar todo lo anteriormente descrito, es primordial realizar un mantenimiento periódico mediante la aplicación de aceites protectores, que penetran en el poro de la tarima y la protegen de las inclemencias del tiempo. 

 

¿Con qué frecuencia se realiza el tratamiento? 

Depende mucho del tipo de madera y, sobretodo, de lo expuesto que esté la tarima, es decir, no es lo mismo un pavimento al que no le dé nunca el Sol, a otro que le de algunas horas del día u otro que está siempre expuesto. De la misma manera, no tiene nada que ver aquél que está siempre mojado al que se moja esporádicamente. La experiencia y la observación nos van a indicar cuando tenemos que aplicar el aceite, si bien normalmente se realiza el tratamiento un mínimo de una o dos veces al año.

 

Es fundamental no esperar a que pierda todo su color y se ponga gris, al igual que es muy aconsejable utilizar aceites para tarima de exterior con aditivos que protejan la madera de los  perjudiciales rayos ultravioleta.

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