Suelos de madera, tarimas y laminados biselados. Acuchillado de suelos de madera con bisel

¿En qué consiste el bisel en suelos de madera, tarima o laminados?

El bisel en los suelos de madera, tarima o laminados, es la ranura más o menos marcada que delimita cada una de las piezas. Vista la pieza de frente, por la parte más estrecha o testa (ver dibujo abajo), sería una hendidura en forma de V en el perímetro de cada pieza.

El bisel en suelos de madera, persigue principalmente esconder pequeñas imperfecciones de nivelación y ajuste de las piezas en la fabricación de suelos mediante la transformación de la madera. Al ser un material natural, no es totalmente perfecto.

En suelos laminados lo que se ha hecho es copiar el de las tarimas tradicionales biseladas y terminadas en fábrica, y su misión es puramente estética.

Los suelos se dicen que son 2V o 4V, dependiendo de si cada pieza dispone del biselado en sus lados más largos o, en sus lados más largos y más cortos, respectivamente.

Los biseles se obtienen lijando el borde la pieza o aplicando presión al mismo. Dependiendo de ello, tendremos distintos tipos de suelos biselados: bisel por presión, micro-bisel o bisel completo.

SUELOS BISELADOS Y SU LIMPIEZA

Muchas consultas nos llegan acerca de la conveniencia o no de instalar un pavimento biselado y, la preocupación por su limpieza. Para tranquilidad de todos, decir que si se limpia adecuadamente siguiendo las instrucciones del fabricante, en ningún momento será difícil limpiar el suelo biselado. Una mopa o un aspirador serán suficientes.

Lo que si es conveniente aclarar es que la mayoría de suelos biselados, en especial los laminados, son más propensos a estropearse si se instalan en zonas húmedas ya que, el agua suele quedarse retenida en la hendidura y puede penetrar en el corazón de la pieza. No obstante, siempre existen excepciones como es el caso de Quick-Step Impressive, cuyo bisel por presión está protegido y es apto para la instalación en zonas húmedas.

ACUCHILLADO DE SUELOS DE MADERA BISELADOS

Desde hace ya bastante años, hemos visto como en muchos hogares se instalaban suelos de tarima barnizada y biselada, ya fuera en instalación flotante, pegada o clavada. Con el tiempo, estos suelos de madera, se van a ver afectados por el desgaste y deberán ser restaurados. Para ello, deberemos proceder a realizar un lijado de su superficie para luego volver a barnizar.

¿Qué ocurre con el bisel?

Cuando acuchillamos un pavimento de madera, lijamos su superficie para eliminar el barniz antiguo, así como rayadas, golpes y suciedad incrustada, nivelando el conjunto. Al hacer esto, eliminamos grosor de madera con lo que, en el caso del bisel, estamos quitando profundidad al mismo. Si esto lo combinamos con que, muy probablemente en algunas zonas el pavimento no estará totalmente nivelado, encontraremos algunas zonas (las más altas) donde se eliminará totalmente el bisel y, en otras donde estará casi intacto, con el consiguiente afeamiento estético.

Mi consejo, por nuestra experiencia al respecto, es eliminar todo el bisel por igual y obtener una superficie uniforme y libre de biseles, ya que es imposible mantenerlos a no ser que el pavimento permanezca perfectamente nivelado desde que se colocó, cosa altamente improbable.

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