Guía completa: Ventajas y desventajas de suelos laminados. Acuchillado de parquet de madera


Los acuchilladores de parqué (Les raboteurs de parquet)
Gustave Caillebotte, 1875
 
Las consultas de numerosos clientes sobre la elección entre suelos laminados y de madera natural o parquet son recurrentes, y es comprensible que la decisión no sea siempre clara. Determinar cuál es superior implica sopesar detenidamente las ventajas, desventajas y las necesidades específicas de quienes optan por estos tipos de suelos.
 
En primer lugar, la distinción evidente radica en que uno es un material natural y el otro es una alternativa «artificial». Los suelos laminados son esencialmente una imitación del parquet de madera natural, utilizando una base de fibras de madera prensada de alta densidad (HDF) cubierta con un papel decorativo que simula la madera. Sobre esta superficie se aplica una capa overlay de resinas para brindar resistencia al desgaste y, en algunos casos, resistencia al agua.
 
Aunque todos los suelos, tanto naturales como sintéticos, experimentan desgaste con el tiempo debido al roce, la diferencia crucial está en la capacidad de restauración. Mientras que los suelos laminados deben ser reemplazados cuando se desgastan, los suelos de madera, independientemente de su tipo (pegado, clavado, flotante), pueden someterse a un proceso de acuchillado para revitalizar su apariencia. La frecuencia de acuchillado varía según el grosor del suelo.
 
Acuchillar, un proceso que implica lijar la capa superficial de la madera para eliminar el antiguo barniz y las impurezas, es clave para prolongar la vida útil de los suelos de madera. Este procedimiento, que solía realizarse manualmente con cuchillas, hoy en día se ejecuta con máquinas equipadas con lijas de alta velocidad. Este mantenimiento permite que un suelo de madera perdure a lo largo de los años.
 
Al instalar suelos de madera, se aprecia la autenticidad y la singularidad de cada pieza, con variaciones en vetas y tonos que contribuyen a una estética única. En contraste, los suelos laminados, aunque han mejorado en imitar la madera, aún pueden presentar una sensación artificial debido a la repetición de vetas en ciertos intervalos de piezas.
 
Además, los suelos laminados tienden a ser más duros que la madera y, en la mayoría de los casos, son más asequibles. No obstante, es importante considerar la resistencia a los rayones, ya que todos los suelos están susceptibles a este tipo de daño, dependiendo de su dureza. Puedes ver más acerca de las durezas de los suelos laminados pinchando aquí.
 
En última instancia, la elección entre suelos laminados y de madera natural debe basarse en factores como el presupuesto disponible, la preferencia por la autenticidad frente a la imitación, y el uso previsto del espacio. Aquellos con un alto tráfico, como comercios, pueden beneficiarse de suelos laminados de alto rendimiento (AC5) o incluso suelos vinílicos debido a su resistencia al desgaste. 
 
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