Desmontando el parquet cerámico

 

En los últimos tiempos, al abrigo de la popularidad y el estatus del pavimento de madera, los fabricantes de azulejos y cerámicas, buscando innovar y actualizarse, han optado por ofrecer un amplio catálogo de suelos porcelánicos imitación a suelos de madera.
Son muchos los indecisos que, con la débil argumento de que los suelos de madera son «delicados», se dejan engatusar pagando auténticas fortunas por suelos de imitación.
TODO LO QUE NO TE CUENTAN
En primer lugar, el parquet cerámico como tal no existe. La norma UNE 13756 define como parquet a todo aquel pavimento cuya capa superior consta de un grosor de 2,5mm o superior antes de su colocación. Es por ello, que no podemos denominarlo parquet, pues no es madera, si no pavimento cerámico imitación a parquet o a madera.
El éxito del parquet cerámico se basa en el grado de realismo en la imitación de un suelo de madera, de tal modo que, cuanto mejor sea dicha copia, más aceptación tendrá por parte de los amantes de los plagios. Y lo cierto es que, históricamente se ha copiado el original cuando éste cuenta con relevancia, éxito y realmente tiene gran popularidad entre el público o la clientela.
¿Realmente se puede copiar la naturaleza? Pues no al cien por cien. De hecho, al igual que pasa con los suelos laminados y los vinílicos, cada cierto número de piezas, se repite el diseño, el nudo, la veta, lo cual le resta realismo a la copia.
Y alguien me dirá: «Pues he visto uno que parece madera». Parece pero no lo es y, ¿has preguntado por el precio de los que son buenas imitaciones? Sus precios son tan elevados que, en numerosas ocasiones superan a los de un auténtico suelo de madera. Si te gastas tanto dinero, querrás tener el original y no una copia, ¿verdad?
Si comparamos con otras imitaciones de la madera, como son los suelos laminados, tenemos la ventaja de éstos últimos, que se colocan casi sin obra, son más limpios de instalar y, en la mayoría de los casos, mejores imitaciones y más económicas.
Por otro lado, como otro argumento comercial dicen que el parquet es delicado. En mi caso en particular, por poner un ejemplo, en la histórica localidad de Minas de Riotinto en Huelva, restauré hace unos años un suelo de pino con cien años. Compañeros míos de Madrid han restaurado incluso suelos de madera con más de un siglo. ¿Me puede asegurar el vendedor de azulejos que un parquet cerámico durará tantos años y luego lo podré restaurar? Seguramente no.

 

 

En cuanto a la colocación de estas cerámicas, precisa de personal cualificado, ya que no es sencillo de colocar. El suelo debe estar perfectamente nivelado, al ser un material largo y rectificado. Y ya no hablemos de la lechada o rejuntado en aquéllos modelos biselados, que es lo que «canta» que es un material sintético.
El parquet cerámico ofrece calidez a la vista pero su tacto es infinitamente más frío que el suelo de parquet auténtico, pues éste último conserva mejor el calor y durante más tiempo.
Y pregunto: ¿si puedes tener el original porque eliges la imitación?. ¡Hasta la próxima!