Grietas, rajas o juntas en suelos de parquet, tarimas y laminados

Uno de los problemas más frecuentes, junto al levantamiento o el abombamiento, en la instalación de pavimentos de parquet, tarimas y laminados, es la aparición de grietas o rajas entre piezas, más o menos acusadas. No nos referimos, en esta ocasión, a las grietas o fisuras que a veces presentan las piezas que componen a un suelo de madera, sino a la apertura o separación entre los elementos que componen el pavimento.

 
Conviene aclarar que pequeñas grietas son hasta cierto punto normales; nos referimos a grietas de varios milímetros o incluso de más de un centímetro. Para ello, vamos a diferenciar cada uno de los tipos de pavimentos, para abordar las causas de esta afección tan común.

 

SUELOS DE MADERA O PARQUET 

Las causas más frecuentes pueden ser: 

Humedad relativa del entorno inferior a la recomendada para este tipo de pavimentos. Normalmente se debe situar, aproximadamente, entre un 40-70%.
– Uso intensivo y sin control de los sistemas de climatización (calefacción y/o aire acondicionado).
– En parquets encolados a la solera, ésta no presenta la suficiente cohesión/dureza, había humedad residual en la base al instalarse o, el adhesivo no es adecuado o presenta algún defecto.
– El adhesivo no es el adecuado para el tipo de pavimento de madera. No es lo mismo el adhesivo a utilizar para un parquet damas que para una tarima maciza.
– El pavimento se instaló con una humedad superior a la aconsejable para la zona donde iba dirigido.
– Hubo una filtración de agua y, aunque se arregló, la madera al secarse y mermar, deja grietas entre piezas.
– Se aplicó adhesivo a la solera y a los cantos de las piezas a la vez en la zona afectada.
– En parquet instalados en instalación flotante, encolados en el machihembrado, presenta un fallo de encolado entre las piezas que componen el pavimento y/o el adhesivo estaba en mal estado.
– Los sistemas de conducción de calefacción y/o agua caliente sanitaria, no se encuentran a la profundidad adecuada o no está lo suficientemente bien aislada. Fenómenos de condensación.
– Parquet entarimado colocado sobre sistema de calefacción radiante no adecuada para este tipo de instalación.
Limpieza no adecuada y/o con mucho aporte de humedad al pavimento.
 
 
SUELOS LAMINADOS
 
Anclaje y/o tablero con poca densidad y débiles. Pavimento de baja calidad.
– Instalado de forma inadecuada por el colocador. Se rompió el anclaje durante la colocación.
Limpieza no adecuada y/o con mucho aporte de humedad al pavimento.
– Hubo una filtración de agua y, aunque se arregló, el suelo al secarse y mermar, deja grietas entre piezas debido a la rotura del anclaje en ciertos puntos.
– Humedad relativa del entorno inferior a la recomendada para este tipo de pavimentos. Normalmente se debe situar, aproximadamente, entre un 40-70%.
– La solera sobre la que se instaló el pavimento no se encontraba seca, plana y firme.
– La base, manta, foam o underlay sobre el que se colocó no es el adecuado o no tiene la suficiente densidad. Nosotros recomendamos comprar base de caucho Evaflex.
– Se colocaron sin junta de dilatación demasiados metros lineales de pavimento al ancho o al largo.
– No se respetó la junta de dilatación perimetral en paredes y/o marcos de las puertas.


CONCLUSIONES Y CONSEJOS 

Siempre lo hablo con mis compañeros y, hago hincapié a mis clientes; tan importante es instalar un buen pavimento, llevándolo a cabo de forma adecuada por un profesional especializado, como mantenerlo adecuadamente. Y ya no hablamos sólo de limpieza, sino también de las condiciones de humedad y temperatura.

Recordemos que más que la temperatura, lo que hace un pavimento enferme irremediablemente son unas condiciones de humedad no aptas mantenidas durante un cierto tiempo.

De nada sirve que tengamos el mejor coche del mercado si luego, a la hora de realizar el cambio de aceite, por ejemplo, lo hacemos con el más barato del mercado. Al final, nos quedaremos sin coche.

De la misma forma, si lo ponemos en manos de un mecánico mediocre, tendremos como resultado problemas y dolores de cabeza.

Confíemos en buenos materiales, instalados por buenos especialistas y, por supuesto, vamos a mantenerlo de la forma óptima.

Recordemos que el mantenimiento de un pavimento de madera o un laminado no es, ni mucho menos, más complicado ni más laborioso que cualquier otro suelo; sólo hay que realizarlo de la manera adecuada.
 
 
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