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Para lo que amamos los suelos naturales, cualquier buena noticia acerca de la sostenibilidad de los mismos, nos da gran tranquilidad y alegría.

El bambú es una planta herbácea de las que existen más de 200 tipos diferentes, que requiere gran humedad y cuenta con un rápido crecimiento. El bambú no es una árbol, por que lo que es obtiene de ella no es madera si no un producto leñoso con prestaciones similares a ella. Es por ello, que los productos destinados a ser utilizados como pavimentos no pueden ser considerados «tarima» ni «parquet», pues la norma UNE-EN 13756 “Suelos de madera. Terminología” restringe esa definición a aquellos cuyo revestimiento superior sea madera natural de grosor igual o superior a 2,5mm.

¿EL BAMBÚ COMO SUSTITUTO DEL PARQUET?

Como hemos dicho anteriormente, existen más de 200 especies y, de todos ellos, es el bambú Moso, por su rápidez de crecimiento  (hasta 1 metro al día), su estructura y su absorción de CO2, el más apto para la fabricación de revestimientos para suelos de manera sostenible.

El bambú es un recurso sostenible y casi «ilimitado», lo que unido a una producción eficiente, lo convierten en una muy buena opción para vestir nuestros suelos con una acabado natural y bastante ecológico.

VENTAJAS DEL SUELO DE BAMBÚ

• Duradero
• Mas estable que la madera por su menor coeficiente de hinchazón y merma.
• Saludable por su baja emisión de sustancias tóxicas.
• Sostenible por su rápido crecimiento.
• Diferentes tipos de diseños para todos los gustos.
• La mayoría se puede restaurar.

CÓMO SE FABRICA EL SUELO DE BAMBÚ

Cortesía de Moso® Bambú

Después de recolectar la planta de bambú, se elimina la corteza exterior y se corta  longitudinalmente. Después de esto, el bambú presenta un color naturalmente claro amarillento, pero pueden pasar por un proceso de vaporización para tomar un color marrón claro tostado.

El siguiente paso es tratar las piezas y pasarlas por la etapa secado, estando listas para unirlas de diferentes formas para dar lugar a diferentes tipos de suelos de bambú. Éstos son los principales:

HORIZONTAL

Las piezas de bambú se unen encoladas entre sí mediante prensado horizontal, siendo visible el característico nudo.

VERTICAL

Las tablas de bambú se unen encolándose entre si verticalmente por los laterales, quedando el nudo oculto.

DENSITY

Se sacan la fibras del bambú, se encolan y se prensan dando lugar a un aspecto de suelo de madera de fibra irregular. Con todo esto se obtiene un suelo de dureza y resistencia muy superior a cualquier otra madera del mercado.

RESTAURAR PARA VOLVER A ESTRENAR

Con el paso de los años, al igual que pasa con los suelos de parquet, el acabado superior puede desgastarse y, al igual que pasa con los suelos de madera, la mayoría de los suelos de bambú se pueden acuchillar y  dar de nuevo acabado para que lo vuelvas a estrenar. Sin duda, una buena opción a tener en cuenta si te gustan los suelos naturales.

Si estás interesado en comprar y/o instalar un suelo de bambú, no dudes en contactarnos haciendo clic aquí.

Más info Moso®: https://www.moso-bamboo.com/es/suelo-de-bambu